Tengo tantísimo sueño y tan pocas ganas de hacer nada…
No me preguntéis por qué motivo, pero ayer fui a dormir muy muy tarde. Pero esa no es la razón por la que estoy somnolienta. Muchas veces por la noche no tengo sueño, me paso dando tumbos hasta las tantas y al dia siguiente estoy tan fresca. Porque hoy ha sido diferente?
Héctor.
No hacía demasiado que no lo nombraba en este blog? Ahora vuelve a ser digno de mención. Mi jefe ha llamado nada más i nada menos que a las cinco de la mañana (no diré cuantas horas hacia que dormía porque os cogería algo). El teléfono ha sonado con ese tono tan molesto de los fijos de toda la vida que no han conseguido llegar donde los móviles con una suave sintonía y claro, me ha despertado. Lo he cogido y le he hablado a mi jefe con una voz de dormida ahogada por la almohada:
–Diga? –he dicho yo sin saber quien llamaba.
–Soy Héctor. Escucha, te necesito ahora, un seguimiento.
He pegado un salto del susto de tener a Héctor al otro lado del hilo i me he avergonzado de ir en pijama (que cosas tiene la mente…). Héctor me ha dicho sin dejar espacio para mis quejas o razonamientos que teníamos que quedar rápidamente y que fuera sin falta.
Y claro… me he vestido y me he ido. En el primer intento me he dejado el equipo fotográfico en casa y a dos calles (recorridas al trote) me he dado cuenta y he vuelto corriendo a trompicones y casi sin ver nada del sueño que tenía y que aún me hace bostezar.
No sé cómo he conseguido hacer fotos y mucho menos se como Héctor estaba tan despierto. Solo espero que las fotos no hayan quedado visiblemente mal.
Siempre en tu mente
Coraline