lunes, 28 de septiembre de 2009

Gastos inesperados


Pasear rodeada de libros es un placer, ver libros y más libros a cinco o tres euros... Eso pasa cuando vives en Barcelona y hay una feria del libro de ocasión, que un día vas paseando por la calle y te encuentras paradas que puedes ir fisgando mientras paseas.

Después de salir del trabajo, hoy he optado por dar un paseo. He cogido el metro y me he plantado en el centro. Quería hacer unas cuantas fotos pero al final he acabado con un café para llevar calentito entre las manos i procurando que no cayera encima de ningún libro, así que no me quedaban manos para hacer fotos. Además, más tarde tenía otra carga: todos los libros que he comprado, en una bolsa de la feria.

Solo tengo unas cuantas hechas antes de ver la que había montada y una (en concreto la que he puesto) de después, cuando he cogido el tren.

Mientras se iba llenando la bolsa, se iba vaciando mi monedero. Está claro que si aparece un libro desaparecen cinco euros. Eso no es nada. Pero viene otro libro, y son cinco euros más. Y cinco y cinco y tres y cinco... ya os podéis imaginar. Al mirar la bolsa llena al final del camino he entendido que me podía olvidar de los caprichos por una temporada, que me los había comido todos de golpe. Porque en lugar de 100 libros (exageración) por 40 euros, podría haber comprado uno por 20 (lo que hago normalmente) y al fin y al cabo gasto menos. Pero supongo que tengo libros para leer durante meses (o para hacer que la mesilla de noche no cojee).

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