viernes, 18 de septiembre de 2009

Mi cochecito

Quiero pensar que el mundo no está en mi contra... pero... mi coche ha muerto... o casi. Tenía la necesidad de contarse-lo a alguien así que he llamado a Marga que aún está en tierra italiana probando suerte pero no ha respondido, así que he decidido plasmar mis inquietudes en este blog.
Diría que he llevado el coche al mecánico... pero puesto que no arrancaba, he llevado al mecánico hasta el coche i básicamente, me ha dicho que poco se podía hacer. Así que me tengo que despedir? Me siento como Marshall de cómo conocí a vuestra madre en el capitulo en el que tiene que decidir si hacer una reparación carísima de su fiero o dejarlo morir antes de llegar a los 200.000. La diferencia? Mi pequeño cochecito no ha tenido una vida tan larga i feliz i nunca nadie ha jugado a “perro a la vista” montado en él. No ha tenido la oportunidad de ser especial para nadie más que para mí.
Está clarísimo que no puedo pagar la reparación pero tampoco puedo comprar otro coche... así que... ser o no ser... that’s the question...
Mi parte sensata me dice que no necesito el coche para nada en Barcelona. Tal como dice Barney (vuelvo a nombrar como conocí a vuestra madre) para que necesito saber conducir en Nueva York? (pues lo mismo digo yo de Barcelona). Pero mi parte sensata queda aplacada por la parte de mi que se niega: y que hago ahora con la plaza de parking que estoy pagando?
Le he preguntado a Sam, mi pececito i creo que tampoco sabe que hacer porque me ha mirado con sus ojitos redondos y ha dejado ir dos burbujitas.




Siempre en tu mente
Coraline

2 comentarios:

Inner Girl dijo...

Pues si no puedes pagar la reparación ni tampoco otro coche, no creo que haya decisión, ¿no? Ahora te tienes que convencer de que realmente no necesitas el coche, que la plaza la puedes dejar, y que ese dinerito de la plaza lo inviertes en bonos para moverte por Barcelona, ¿no?

Coraline dijo...

vaya... que persuasiva... sep... tienes razón, però igualmente cuesta... espero no necesitar el coche en muuucho tiempo.